Última jornada en San Sebastián con nuestras impresiones de las películas vistas. ¡Allá vamos!

LA LLAMADA

Basada en una obra teatral de inicios muy modestos, cuyo éxito tardó muy poco en convertirla en un referente en las noches del Teatro Lara. Con su paso a la gran pantalla, los directores Javier Ambrossi y Javier Calvo, han logrado adaptarla perfectamente sin perder su maravillosa esencia.

Bajo su apariencia de relato religioso descubrimos que en realidad «La Llamada» es un canto al amor, a ese primer amor que nunca olvidamos.

Bajo el lema «Lo hacemos y ya vemos», sus protagonistas nos muestran su fuerza y humor siguiendo los mismos pasos de la obra de teatro.

Sus actrices Macarena García, Anna Castillo, Gracia Olayo y Belén Cuesta están sublimes (auguramos muchos premios), y será una de las películas que sacarán mayores carcajadas este año.

HAPPY END

La película de Michael Haneke gira en torno a una familia burguesa y el drama de los refugiados. Casualmente, esta familia posee una empresa en Calais, al lado de los campamentos donde viven miles de refugiados.

Protagonizada por Isabelle Huppert, Jean Louis Trintgnant, Mathieu Kassovitz, Fantine Harduin y Toby Jones, Haneke nos muestra, con su habitual crueldad, la moralidad de una familia burguesa cuya empresa se sitúa al lado de un campo de refugiados. Una película muy directa que conecta temáticamente con muchos de los trabajos de Haneke y que, una vez más, no dejará indiferente a nadie.

A los amantes de Haneke, casi nada les sorprenderá. «Happy end» es un remix de «La cinta blanca» y «Amour» en la que muy, muy lentamente, nos van dando a conocer los secretos oscuros y siniestros de esta familia.

Ya se va hablando por muchos corrillos que parece que Haneke está construyendo un universo como los de los cómics y, aunque sus personajes no son precisamente superhéroes, algo de eso hay.

De todo lo visto en San Sebastián la verdad es que fue de las películas que más fríos nos dejó.

LA VIDA Y NADA MÁS

‘La vida y nada más’ es un largometraje de ficción que muestra la realidad de una madre soltera, Regina, que vive al norte del estado de Florida con sus dos hijos, en un contexto de desigualdad social, tratando de llegar a fin de mes al mismo tiempo que lucha contra la rutina y las dificultades del día a día.

Ante la representación de escenas diarias que parecen escogidas al azar, su título cobra cada vez más fuerza. El reflejo de lo cotidiano es expresado magníficamente con herramientas narrativas y da la sensación de credibilidad, el punto más importante de una película en la que aparentemente, no pasa nada.

Buen trabajo de Antonio Méndez Esparza que ya arrasó en Cannes con su interesante opera prima “Aquí y allá” enteramente rodada en México, con actores mexicanos y que ahora llega con este segundo trabajo rodado en Estados Unidos y con actores norteamericanos. Otra forma de cine es posible.