The Boxtrolls es la nueva película stop-motion del estudio de animación Laika, responsable de películas como Coraline o ParaNorman.

Basada en la novela Here be Monsters! (¡Tierra de monstruos!) de Alan Snow, lo que hace a este película diferente es su proceso de producción. Los personajes están hechos con impresoras 3D y se utiliza la última tecnología para revolucionar la técnica del stop-motion.

The Boxtrolls

Debajo de las encantadoras calles adoquinadas de Quesberg viven los BOXTROLLS, unos seres desvergonzados que salen de las alcantarillas por la noche para hacerse con los bienes más preciados de los habitantes: sus hijos y sus quesos. Al menos, esa es la leyenda que todos creen.

Pero en realidad, los Boxtrolls son una comunidad de inofensivos aunque extraños seres que habita un espacio cavernoso en el subsuelo y que llevan cajas de cartón reciclado como las tortugas su caparazón. Solo salen a la superficie de noche para recoger piezas mecánicas y chatarra que los habitantes han tirado.

Los Boxtrolls han criado a un pequeño huérfano humano llamado EGGS desde su más tierna infancia y le han acostumbrado a una vida dedicada a rebuscar en las basuras para hacerse con los objetos más inútiles. Pero cuando el malvado exterminador de plagas ARCHIBALD BIRLANTE decide erradicarlos, convencido de que solo así podrá formar parte de la alta sociedad de Quesberg, la amable y simpática panda de chatarreros deberá pedir ayuda a su hijo adoptivo y a una aventurera niña rica llamada WINNIE para lanzar un puente entre dos mundos cambiantes… con olor a queso.

La técnica stop-motion es una mezcla entre lo artesano y la tecnología, y tanto una como la otra, deben avanzar en paralelo. La última tecnología requiere que el proceso artesanal de dibujo también tenga unos niveles altísimos de calidad y acabado. En los últimos años, el stop-motion ha ido perfeccionándose hasta permitir unos niveles de definición que le dan a los personajes una dimensión casi humana. Ahora con la impresión 3D no hay límites en los modelos que se pueden llegar a hacer de una manera mucho más rápida y fácil. Antes era necesario un escultor que modelase con detalle cada expresión del personaje y ahora ese proceso se optimiza con una impresora 3D. Por ejemplo, en Pesadilla antes de Navidad, el personaje de Jack Skellington tenía unas 800 expresiones faciales diferentes. Coraline, alrededor de 200.000. Eggs, el protagonista de Boxtrolls, tiene 1.400.000. Solo se necesita un animador delante del ordenador para modelar cada expresión de la cara e imprimirla. Los muñecos suelen tener un tamaño real aproximado de 24 cm, y cada semana, suponiendo que todo vaya muy bien y no haya ningún problema, se pueden obtener entre 5 y 10 segundos de metraje. En este vídeo se puede ver una pequeña parte del proceso:

En Estados Unidos se estrenó la semana pasada y las críticas han sido bastante dispares. Algunos críticos hablan de una historia compleja, otras de que el argumento es poco atractivo, que es una película rara y no para todos los públicos… pero todas coinciden en la impecable factura técnica y que es un regalo para la vista. En España tendremos que esperar hasta el 31 de octubre para verla.