Ricardo Darín (Buenos Aires, 1957), uno de los actores más prestigiosos de la cinematografía latinoamericana y mundial, recibirá el próximo 26 de septiembre un Premio Donostia de la 65 edición del Festival de San Sebastián, en el marco de la presentación de la película La cordillera.
Darín, que obtuvo la Concha de Plata en 2015 por Truman, debutó en la interpretación con cinco años en series televisivas. Inició su carrera cinematográfica en 1979 de la mano de Julio Porter (La carpa del amor) y Adolfo Aristarain (La playa del amor), medio que alternó con trabajos premiados en la pequeña pantalla, como Nosotros y los miedos, Compromiso o Mi cuñado. En los años 80 y 90 trabajó de nuevo con Aristarain (The Stranger, 1987), Alberto Lecchi (Perdido por perdido, 1993) o Eduardo Mignogna (El faro, 1998) y Juan José Campanella (El mismo amor, la misma lluvia, 1999), pero es, sobre todo, con Nueve reinas (2000), la ópera prima de Fabián Bielinsky, cuando empezó a ser reconocido internacionalmente.
Después enlazó títulos esenciales de la cinematografía latinoamericana y española como El hijo de la novia (2001, nominada al Oscar a la mejor película extranjera), Luna de Avellaneda (2004) y El secreto de sus ojos (2009, Oscar a la mejor película extranjera), las tres dirigidas por Juan José Campanella. El año 2007 debutó como director de cine con la película La señal junto a Martín Hodara, con el que volvió a trabajar este año en Nieve negra.
Ha sido un inventor de juguetes en La educación de las hadas (José Luis Cuerda, 2006); padre de una adolescente intersexual en XXY, (Lucía Puenzo, 2007); un ladrón legendario en El baile de la Victoria (Fernando Trueba, 2009); dueño de una ferretería en Un cuento chino (2011) y piloto en Capitán Kóblic (2016), ambas de Sebastián Borenzstein; abogado sin licencia en Carancho (2010) y cura en Elefante Blanco (2012), las dos dirigidas por Pablo Trapero. También ha trabajado en dos ocasiones con Cesc Gay: tras interpretar a un hombre engañado en Una pistola en cada mano (2012), encarnó a un actor al que diagnostican un cáncer terminal en Truman (2015).
En su filmografía figuran asimismo el rol de profesor de Derecho Penal en Tesis sobre un homicidio (Hernán Goldfrid, 2012), el padre desesperado de Séptimo (Patxi Amezcua, 2013), el ingeniero experto en explosivos de Relatos Salvajes (Damián Szifron, 2014), que compitió en Cannes y fue candidata al Oscar a la mejor película extranjera, y su papel como presidente de Argentina en La cordillera. Además, forma parte del reparto de la nueva película del director iraní Asghar Farhadi, todavía sin título, en la que compartirá títulos de crédito con Penélope Cruz y Javier Bardem.
El Premio Donostia culmina una lista de más de veinte premios nacionales e internacionales que incluyen cinco Cóndor de Plata, dos Konex, dos Premios Sur de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Argentina, un Goya, un José María Forqué, un Gaudí, un CEC (del Círculo de Escritores Cinematográficos), un Feroz, un Platino del Público, un Sant Jordi, galardones en los festivales de Valladolid, La Habana y Biarritz, la mencionada Concha de Plata en San Sebastián, el Platino de Honor que recibió el año pasado y la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes que recogerá este año. Todos ellos reconocen la extraordinaria trayectoria de un intérprete que ha trabajado indistintamente en televisión, cine y teatro (como las premiadas Algo en común, Art o Escenas de la vida conyugal).
Fuente | Festival de San Sebastián