Mi puntuación

7.2

En esta ocasión hablamos de «Perdiendo el norte» de Nacho G. Velilla, y para comenzar esta crítica, planteemos una situación:

– Personaje 1: «¿Te apetece que vayamos al cine?»

-Personaje 2: «¡Claro! ¡Vamos!…A mi me apetece ver algo fresco, divertido, que me evada de los problemas…y que me haga reír a carcajadas.»

-Personaje 1: «Pues tengo la película ideal»

-Personaje 2: «Espera, no me lo digas, porque creo que estamos pensando la misma»

-Los 2 a la vez: «¡PERDIENDO EL NORTE!»

Y es que he querido plantear esta situación inicial para hablaros de la nueva película de Nacho G. Velilla, porque hasta hace muy poco, ante la petición de ver una película fresca, divertida, y que apetezca disfrutar desde que ves por primera vez el trailer, siempre se asociaba a ver la típica y tan necesaria comedia «made in USA», ya que la mayoría de las veces son las que nos proporcionan todo esto, pero de un par de años hacia el momento actual, parece que la industria del cine de nuestro país, ha descubierto el camino para llevar a la masa a las salas y no arrepentirse de ello. Y es que gracias a películas como la divertidísima y fecundadora de todo esto, «3 bodas de más»; la sobrevalorada en taquilla «8 apellidos vascos»; y ésta fresquísima y ágil comedia, «Perdiendo el norte», ir al cine a ver una buena comedia española va de la mano.

Y sí, es cierto que es una película que cae en tópicos (pero la mayoría de comedias caen en ellos) y que la historia de amor chico-chica es la típica (como en casi todas las películas de este género), pero insisto, ESTO ES LO QUE QUEREMOS cuando vamos a ver una comedia que nos evada de los problemas durante un buen rato.

El director, Nacho G. Velilla ya nos dio pistas de su buen gusto por la comedia en películas como «Fuera de carta» o «Que se mueran los feos», ambas e incluyendo ésta última, «Perdiendo el norte», con el buen gusto también de tener al grandísimo Javier Cámara, pero del reparto hablamos más adelante.

Una comedia con buen ritmo, situaciones hilarantes, personajes muy bien escritos y descritos, un guión ágil y con la habilidad de parecer que los diálogos son improvisados, y entre Madrid y Berlín de fondo y trasfondo de la crisis económica que estamos viviendo, sí, porque aún la estamos viviendo, aunque nos intenten hacer creer lo contrario.

Ahora, hablemos de los actores, Yon González, Julian López, Blanca Suárez, Miki Esparbé, Javier Cámara, Carmen Machi, José Sacristán, Úrsula Corberó , Malena Alterio, Younes Bachir, y las apariciones determinantes en la historia de los personajes interpretados por Arturo Valls y Alberto Chicote.

Empecemos por los grandes, es decir, los más que consagrados, Javier Cámara, Carmen Machi, Malena Alterio, y el maestro de los maestros, Sacristán. Y es que, qué decir, de intérpretes de este talento y oficio, pues que es un gustazo disfrutar de ellos en pantalla grande o pequeña, en las tablas o donde sea. Destacar, como siempre, al más grande, José Sacristán, que mezcla comedia y drama como nadie y con una sutileza y sensibilidad que sólo poseen algunos elegidos, como él.

Y vamos con el joven, talentoso y prometedor reparto. Sobre ellas, Blanca Suárez y Úrsula Corberó; la primera defiende con holgura el personaje de «la chica de la película» sin caer en tics a lo «Meg Ryan» (como suelen hacer muchas actrices españolas en este tipo de comedias) y con una naturalidad y organicidad muy prometedoras; la segunda, la antagonista de la primera, Corberó está perfecta en el personaje de típica novia pija que saca de quicio, pero consigue no caer mal al espectador.

Sobre ellos, Yon González, Julian López, Younes Bachir y Miki Esparbé. Sorprendente la vis cómica y el buen sentido de la comedia del espléndido actor, Yon González, un joven que promete dar muchas alegrías al cine español e incluso fuera de nuestras fronteras, si se lo propone; Julian López, en su linea, un cómico de raza con el que las carcajadas están aseguradas; Younes Bachir, todo un descubrimiento, al que hemos podido ver anteriormente en personajes episódicos en televisión y que con esta comedia da el gran salto de calidad hacia el gran público. Y vamos a detenernos en el «comeplanos», Miki Esparbé, conocido hace unos años por programas de televisión como «Palomitas», reconocido intérprete de teatro, y que aquí también se da a conocer al gran público dando muestras del grandísimo talento que posee este fantástico actor con EL personaje de la película, un personaje que nos recuerda en muchas ocasiones al «Spike» de «Notting Hill», y que conquista al espectador desde el segundo uno.

En definitiva, que el cine español no está «perdiendo el norte» en cuanto a comedia se refiere y, esperamos, sea la continuación de una gran y fructífera relación con el público.

«A reír que son dos días».